NEGOCIACIONES

Nerviosismo en el PSOE ante «el fracaso» de Bolaños y Simancas en la negociación con los separatistas

En el PSOE apuestan por presentar a un candidato "sí o sí" aunque no tenga los apoyos suficientes para salir elegido presidente del Congreso

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Joan Guirado

Faltan dos días para la sesión constitutiva de las Cortes y a día de hoy el PSOE no tiene garantizada la elección de uno de sus diputados como presidente del Congreso. Y eso que la misma noche del 23 de julio en Ferraz celebraban una victoria del bloque progresista, lo que estimaban que les debería permitir el control de la Mesa de la Cámara sin demasiadas complicaciones. Fuentes socialistas señalan que tras las primeras conversaciones entabladas con ERC y Junts cabe hablar de «fracaso inicial». Algo con lo que no contaban. El trabajo que están haciendo Félix Bolaños y Rafael Simancas «no está dando ningún fruto sustancial y parece que vayamos hacia atrás», lo que que está generando nerviosismo y «cierta desesperación». «Estamos comprobando que hemos estado celebrando un resultado que no era real», sostiene un dirigente socialista.

El pasado jueves, 10 de agosto, Bolaños y Simancas se reunieron con la gran mayoría de grupos parlamentarios minoritarios para saber su posición respecto a la configuración de la Mesa. Con el BNG y ERC se encontraron buena predisposición a sumar sin demasiadas condiciones. Con Junts, un muro infranqueable al que a lo largo del fin de semana se ha sumado también ERC, cambiando de posición, y alejando aún más las opciones reales de investir a un socialista como presidente del Congreso. Con los de Carles Puigdemont exigiendo como condición sine qua non situar la amnistía y el referéndum sobre la mesa de negociación esta misma semana, ERC ha optado por no quedarse atrás y no evidenciar que regalan sus votos a cambio de nada de cara a su lucha fratricida por el electorado separatista. Lo que sitúa al PSOE en una tesitura «muy complicada».

El nombre de la persona que acabe ocupando la presidencia de la Mesa es lo de menos a día de hoy, pese a las filias y fobias que los independentistas tienen y los vetos que ellos han situado sobre la mesa y los que el propio PSOE ha impuesto para facilitar un acuerdo. Tampoco la presencia de ERC y Junts en la Mesa es un problema para la negociación, ya que ambas organizaciones han renunciado a estar en ella. Y una de las pocas exigencias de ERC a cambio de su apoyo, el control de la comisión constitucional del Congreso, «no será el principal escollo» para que la mesa sea progresista, apuntan fuentes socialistas. La elección de la presidencia del parlamento depende de la capacidad del PSOE para convencer a los partidos catalanes de que van a dar respuesta a sus exigencias separatistas sin necesidad de firmar ningún documento que les comprometa.

Negociaciones con Bildu y PNV

En paralelo a las negociaciones con ERC, Junts y el BNG, el Partido Socialista ha hablado ya con los dos partidos vascos, EH Bildu y el PNV. Aunque a diferencia de las conversaciones con el resto de formaciones con representación parlamentaria, con los proetarras y los jeltzales los encuentros son aún mucho más discretos. Y eso que los de ERC, Junts y el BNG no se publicitaron, lejos de la luz y taquígrafos que siempre han reivindicado desde Ferraz en cualquier negociación. «Con Bildu no habrá ningún problema, son de fiar» explican fuentes socialistas. Con el PNV, sin embargo, «hay más miedo e incertidumbre». Aunque los de Andoni Ortuzar ya han manifestado que no iban a apoyar una investidura de Alberto Núñez Feijóo, si temen que puedan llegar a unir sus votos a los del PP en la elección de la Mesa si «les dan una buena contrapartida» como una silla en este órgano. Algo que el PSOE se planteó pero que ya no estaría entre las contrapartidas.

«Con Bildu no habrá ningún problema, son de fiar», explican fuentes del actual Partido Socialista

Los socialistas presentarán a un candidato a presidir el parlamento «sí o sí», rengan los apoyos garantizados o no, porque según las mismas fuentes, hasta que finalice la votación «puede ocurrir cualquier cosa, y más teniendo en cuenta que es secreta». En el PSOE confían en una negociación de última hora para que el diputado o diputada que opte a presidir la Cámara pueda hacerse con el puesto en el que relevaría a Meritxell Batet. Se trata de una táctica que el principal negociador socialista, Félix Bolaños, ha utilizado en otras ocasiones para tratar de ablandar a sus socios. Hasta el punto de llegar a alguna votación importante sin saber si el Gobierno la ganaría o no, a merced de lo que quisieran en cada momento los partidos independentistas.

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